Desde su juventud, Santa Rita de Casia ha encarnado una profunda devoción y un ardiente deseo de servir a Dios, conquistando la admiración de millones de fieles en todo el mundo. A pesar de los desafíos y dificultades que enfrentó durante su vida, Santa Rita mantuvo siempre una fe firme y una voluntad inquebrantable.
La Infancia y la Vocación de Rita
Su historia comienza en 1381, en una pequeña ciudad cerca de Casia, Italia, donde nació gracias a las oraciones de sus ancianos padres después de años de espera. Desde joven, Rita demostró una fe extraordinaria y un deseo de consagrarse a Dios. A pesar de las súplicas a sus padres para ingresar en un convento, fue dada en matrimonio a los doce años, según las costumbres de la época.
El Matrimonio y los Desafíos
Su matrimonio no fue nada fácil y estuvo marcado por muchas dificultades. No es casualidad que Santa Rita sea conocida como la patrona de las causas imposibles. Su esposo, un hombre iracundo y cruel, la sometió a violencia física, emocional y mental. Pero, a pesar de esto, Rita perseveró en su fe y, con el paso de los años, sus oraciones y virtudes parecieron ablandar el corazón de su esposo, abriendo un camino hacia la redención. El matrimonio fue alegrado por el nacimiento de dos hijos varones que Rita crió con amor y según las enseñanzas de la Iglesia Católica.
En ese momento, una sombra oscura comenzó a cernirse sobre este idilio perfecto. En esa época, las disputas entre parientes y vecinos eran muy comunes e insidiosas. El esposo de Rita, ya serenado y privado de su ira, decidió poner fin a la disputa con la familia vecina. Sin embargo, su gesto no tuvo el resultado previsto y fue brutalmente asesinado. Rita perdonó públicamente al asesino, pero la familia del esposo no se resignó, generando el odio de los hijos hacia los asesinos de su padre. Rita trató de evitar por todos los medios esta venganza y, al final, los chicos evitaron el destino de convertirse en asesinos, aunque de la manera más trágica. Ambos perdieron la vida a causa de una enfermedad.
La Vida Religiosa de Santa Rita
Quedando sola, viuda y sin hijos, Rita volvió a su deseo de consagrarse a Dios en un convento. Sin embargo, fue rechazada debido a su pasado matrimonial y al escándalo relacionado con la muerte de su esposo. En respuesta, se comprometió a la reconciliación entre su familia y la involucrada en la disputa. Gracias a su perseverancia y a las oraciones dirigidas a sus santos patronos, Rita vio realizado su sueño de ingresar en el convento en el que tanto deseaba formar parte y dedicar de una vez por todas su vida únicamente a Dios. En el convento de Santa María Magdalena en Casia, abrazó la regla agustiniana de vida y vivió una vida de intensa oración y penitencia, atrayendo a muchas personas con el poder de sus intercesiones.
Muchas son las testimonianzas de personas que han recibido milagros después de haber rezado a Santa Rita, fortaleciendo su reputación como patrona de las causas imposibles.
Cada año, miles de peregrinos visitan el santuario de Santa Rita en Casia para rezar y pedir su intercesión.
El Milagro de los Estigmas y el Legado de Santa Rita
La vida de Rita estuvo marcada por numerosos milagros, entre ellos el don de los estigmas. A los sesenta años, durante una intensa oración frente a un crucifijo, Santa Rita recibió el milagroso don de los estigmas. Le apareció en la frente la herida de una espina de la corona del Crucifijo, la cual persistió hasta su muerte, ocurrida 15 años después. Este milagro testimonia su íntima unión con Cristo y su aceptación del dolor como parte de su camino espiritual.
En el invierno que precedía a su muerte, Rita, enferma y postrada en cama, pidió a una prima que le trajera dos higos y una rosa del huerto de la casa paterna. A pesar del mes de enero y del pensamiento de la prima sobre el delirio de la enfermedad, a su regreso la prima encontró asombrada la rosa y los higos, que llevó a Casia. Estos dones fueron para Rita un signo de la bondad de Dios, que había acogido en el cielo a sus dos hijos y a su esposo.
Después de su muerte en 1457, por tuberculosis a la edad de setenta años, su cuerpo fue encontrado intacto y desde entonces es venerado como reliquia en la Basílica de Santa Rita en Casia.
Santa Rita de Casia fue canonizada en 1900 por el Papa León XIII, quien la proclamó santa de la Iglesia Católica. Su culto se ha difundido rápidamente por todo el mundo, y hoy es considerada una de las santas más populares y amadas de la Iglesia. Su día de fiesta, el 22 de mayo, es celebrado con gran alegría y devoción por millones de fieles en todo el mundo.