Se encuentra en varias culturas y religiones y su significado simbólico es sumamente positivo. En estas breves líneas vamos a intentar descubrir el símbolo asociado con este fascinante Árbol, que está fuertemente relacionado con la estructura del propio árbol.
Para comprender su significado es indispensable analizar el papel del otro árbol sumamente conocido, el Árbol del Conocimiento.
Colocados por Dios en el jardín del Edén, estos árboles aparecen por primera vez en el Génesis.
«Luego Dios hizo que creciera allí toda clase de árboles; eran hermosos y daban fruta muy sabrosa. En medio de ese jardín estaba el árbol de la vida, y también el árbol del conocimiento del bien y del mal.» (Génesis 2:9, TLA)
Se trataba de dos árboles diferentes, la historia del segundo de ellos, el árbol del conocimiento del bien y del mal, es archiconocida y nos conduce hasta Adán y Eva.
La transgresión de la primera pareja humana en el Paraíso que consistió en haber comido los frutos de dicho árbol y conllevó su expulsión del jardín.
Las Escrituras explican el motivo de su expulsión por parte de Dios: alimentarse del árbol del conocimiento significaba perder el estado de inocencia. Morder el fruto de este árbol significaba convertirse en hombres, renunciar a la felicidad y caer en la tierra del pecado.
El hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, se separa así del Uno para perderse en el dualismo de la elección. De allí surge su castigo, tras haber comido del árbol del conocimiento, Dios no quiso permitir que comieran del árbol de la vida, símbolo de la eternidad, para que no corrieran el riesgo de vivir en un perenne estado de desobediencia.
Para defender el árbol de la vida, Dios puso ángeles querubines como guardianes: «Expulsó, pues, al hombre; y al oriente del huerto del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas direcciones para guardar el camino del árbol de la vida.» (Génesis 3: 24)
Pero no todo está perdido, en el libro del Apocalipsis, el árbol de la vida simboliza la presencia Divina.
El acceso al árbol está permito para el «Nuevo Adán»: Jesucristo.
Gracias a la benevolencia de Dios, sus hijos, los más dignos, escuchando su Palabra, podrán disfrutar del árbol y de sus frutos:
«El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venza le daré de comer del árbol de la vida que está en medio del paraíso de Dios.» (Apocalipsis, 2: 7)
En la carta a los Corintios (1, 15: 44- 49), el acceso al árbol de la vida (la vida eterna) queda asegurado por la muerte de Jesucristo en la cruz.
Solo buscando el perdón a través de la sangre derramada por el Mesías, se puede acceder a la vida eterna. Jesús, al morir en la cruz, libera a la humanidad de sus pecados y nos conduce a la vida eterna.
El árbol se convierte, por lo tanto, en un símbolo de renacimiento y nacimiento.